Me da un poco de vergüenza escribir después de la exposición de alegría, motivación y fuerza bruta que demostré el otro día. Pero es lo que hay.
¿Cuál es el problema, el peso? Desde luego que no.
Empiezo a notar que una depresión crece dentro de mí, eso que intentaba evitar como a la peste, está aquí, de nuevo. Parece que está al final de la mesa, sentada, mirándome. Vigilándome.
Llevaba unos días rara, no me quería levantar de la cama, comiendo poco y nada, decaída, con ganas de estar sola, muy irritable, ansiosa... Al fin,
hoy sonó la alarma, cuando empecé a llorar sin ningún motivo. Intentaba hacer algo, pero me paraba 5 veces para echarme a llorar desconsoladamente. Sentada en el suelo, tirada en la cama, cara a la pared; llorando sin parar.
Así que sí, está ahí de nuevo.
~ Y siento una horrible opresión en el pecho.